
El antisemistismo y la arabofobia, males enraizados en Harvard, según unos informes

En plena tormenta por la arremetida del gobierno de Donald Trump contra Harvard, los resultados de dos investigaciones sobre antisemitismo y arabofobia divulgados este martes muestran prejuicios enraizados y un clima de "miedo" en el campus, en particular entre los estudiantes árabes y musulmanes.
Los dos grupos de trabajo creados para detectar prejuicios contra judíos, israelíes, musulmanes, árabes y palestinos concluyen en sus voluminosos informes que existe en el campus un clima de miedo y exclusión así como profundas divisiones sobre los planes de estudios, las protestas y el alcance de la libertad académica y la libertad de expresión.
Los resultados arrojan que el 56% de los estudiantes musulmanes y el 26% de los judíos se sienten inseguros en la universidad, frente 12% de los cristianos y el 8% de los ateos o agnósticos.
Asimismo, el 92% de los encuestados musulmanes y el 61% de los encuestados judíos, incluidos profesores y personal, además de estudiantes, confesaron que temen repercusiones académicas y profesionales por expresar sus opiniones personales o políticas, en comparación con el 59% de todos los encuestados.
En sus conclusiones, los autores de los informes realizados entre mayo y agosto de 2024, instan a Harvard a llevar a cabo cambios radicales que alterarían profundamente tanto el currículo académico como los procesos disciplinarios de la universidad y sus políticas de admisión.
El presidente de la universidad, Alan Garber, encargó sendos informes tras los mortíferos ataques del 7 de octubre de 2023 del grupo palestino Hamás en Israel y la guerra de Israel en Gaza que siguió y que desencadenó protestas en las universidades estadounidenses.
"Tanto por separado como en conjunto, los informes de los grupos de trabajo (...) ofrecen crudos relatos personales de nuestras interacciones mutuas", dice Garber en una carta dirigida a profesorado, alumnado y personal de Harvard.
Los miembros de la comunidad judía, israelí y sionista manifestaron que el clima del campus no les resultaba acogedor. "En algunos casos ocultaron rasgos manifiestos de su identidad para evitar enfrentamientos", explica Garber.
Los "musulmanes, árabes, palestinos y propalestinos se sintieron juzgados, tergiversados y silenciados", subraya.
"Harvard no puede tolerar -ni tolerará- la intolerancia", asegura Garber, para quien es "especialmente inquietante la disposición de algunos alumnos a tratarse unos a otros con desdén y con antipatía".
"Algunos estudiantes afirmaron que sus compañeros los empujaban a la periferia de la vida universitaria por ser quienes son o por lo que creen, erosionando nuestro sentido compartido de comunidad en el proceso", detalla.
La publicación de estos informes se produce en medio de la arremetida del gobierno de Trump contra las universidades a las que acusa de antisemitismo, entre ellas Harvard, a la que ha congelado más de 2.200 millones de dólares en subvenciones federales y ha amenazado con revocar la exención de impuestos de que disfruta.
H.Kolodziej--GL